En nuestra clase de Comunicación Social, organizamos un picnic, con el objetivo de utilizar la comunicación directa, cara a cara, para generar un ambiente de confianza y conocer más a nuestros compañeros. Hicimos una actividad que en la que llevamos algo que fuera muy valioso para nosotros, sin importar lo que fuera, pues daríamos una explicación del por qué es tan significativo para nosotros. Aunque la actividad implicaba pasar nuestro objeto al compañero de nuestro lado izquierdo, pues estábamos sentados sobre el pasto formando un círculo; de esta forma a quien le tocara nuestro objeto se haría cargo de crear una historia del por qué ese objeto es tan valioso para mí y por consiguiente dar nuestra propia versión. Aparte compartimos y comimos alimentos saludables mientras realizábamos la actividad.
Yo llevé un viejo dibujo que me obsequió un amigo de la preparatoria hace poco más de cuatro años, él mismo lo dibujó.
La versión de mi compañero Luis Ángel fue que era un dibujo que me habían obsequiado y era tan especial que lo tenía enmarcado en mi casa para protegerlo y verlo cada día. Me lo había obsequiado alguien muy importante y significaba tan que no podía explicarlo todo. Aparte me escribió un pequeño texto en la parte de atrás para hacerme recordar que hay todo un mundo nuevo por descubrir.
Mi versión real es que fue mi mejor amigo quien me obsequió ese dibujo y como sabía que mi libro favorito es Aura, y yo me había "enamorado" de un chico en aquel entonces, me dibujó a mi leyendo el libro y detrás a mi en representación de Aura, y al hombre como el chico que me gustaba, como si yo me imaginara que los personajes de la historia fuéramos nosotros.
Pero más allá del dibujo y lo que estaba plasmado en él, lo que lo hace tan valioso para mi, es que mi amigo ha sido la persona más linda, honesta y pura que he conocido y que siempre me brindó su apoyo incondicional, sin importar que yo no lo hiciera de igual forma, fue como mi guía espiritual, y siempre lo recuerdo con mucho amor, porque saliendo de la preparatoria no pude volver a verlo, y tiempo después lo pude contactar y me dijo que se había metido un seminario católico y que seguiría ahí para convertirse en padre. Yo no entendía cómo es que había decidido entrar a ese lugar y quedarse, cuando yo siempre lo visualicé como un maravilloso artista, y que siempre esa actitud de ayudar a los demás seguiría presente, aunque no fuese en el rumbo de la religión. Admito que esa noticia me desconcertó, pero estoy segura de que él sabe lo que hace y va a lograr hacer todo lo que él se proponga, y siempre perdurará su espíritu por ayudar a los demás, si bien no entiendo el por qué decidió quedarse, sé que eso lo hace feliz y lo acepto, aunque haya pasado tanto tiempo de no verlo ni tener contacto con él, siempre lo amaré, siempre será mi mejor amigo, y le estaré eternamente agradecida por darme luz y cariño cuando más lo necesité. Espero verle pronto y hablar de todo lo que nos hemos perdido uno del otro.
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