Universidad Autónoma Metropolitana
UEA: Comunicación social
Integrantes:
Rodríguez García Daniela Fernanda
Hernández Guzmán Tania Lizbeht
Ortíz Abed Mariana
Rivera Sanchez Luis Angel
Historia de las teorías de la comunicación
¿Comó es que hemos llegado a la capacidad de enviar nuestra receta de cocina a un país lejano a más de 3,000 km de distancia? ¿Cuáles fueron nuestros motivos para querer compartir que estamos haciendo durante nuestro tiempo libre para que lo vea todo público que generalmente ni conocemos?
Desde el inicio de nuestros ancestros formando grupos para explorar y sobrevivir en conjuntos, hemos requerido del apoyo de un medio para decirle al próximo que queremos, que deseamos, que pensamos. Los métodos de cómo hemos avanzando, o perjudicando, nuestra comunicación con el exterior han resultado variadas y extensas. Aquí queremos ver los inicios de cómo fue que ciertas teorías se han adoptado, aceptado y evolucionado. ¿Cuales fueron nuestros motivos para salir de casa y querer gritarle al mundo lo novedoso que es nuestro descubrimiento y como fue que no nos llegó el tweet dos días antes?
El organismo social
El descubrimiento de los intercambios de los flujos
La división del trabajo
La división del trabajo representa un primer paso teórico, encontrando a Adam smith(1723-1790) junto a la primera formulación científica. La comunicación ayuda a organizar el trabajo colectivo dentro de una fábrica y en la estructuración de los espacios económicos. La división del trabajo y los medios de comunicación, es decir, vías fluviales, marítimas y terrestres, van parejas con la opulencia y el crecimiento. Inglaterra realiza su “revolución de la circulación”, y comienza a integrarse de manera natural a la revolución industrial en curso.
En esa misma época Francia sigue en pos de la configuración de su espacio comercial interior. La diferencia entre la realidad y una teorización voluntarista de la domesticación del movimiento caracterizará durante un largo tiempo las visiones francesas de la comunicación como vector del progreso y realización de la razón.
Los primeros en expresarla fueron Francois Quesnay y la escuela de los fisiócratas, fieles al postulado de ilustración, según la cual el intercambio tiene un poder creador, proclaman la necesidad de liberar los flujos de bienes y de mano de obra, y de llevar a cabo una política de construcción y mantenimiento de las vías de la comunicación, proponiendo el ejemplo de china.
Quesnay presta atención al conjunto de circuitos del mundo económico que trata de aprehender como un sistema y unidad.
Inspirándose sobre sus conocimientos acerca de la doble circulación de la sangre, imaginando así una representación gráfica de la circulación de las riquezas en un cuadro económico.
El telégrafo óptico de Claude Chappe fue el primer sistema de comunicación a distancia, el cual se inauguró en 1793 con fines militares.
El concepto de división del trabajo va de la mano junto a los pensamientos de Charles Babbage sobre "la división del trabajo mental". Gracias a estos elaboró proyectos sobre la mecanización de las operaciones de la inteligencia tales como la máquina de restar y la máquina analítica dando lugar a las grandes calculadoras electrónicas las cuales de igual manera fueron de gran utilidad para el invento del ordenador.
La red y la totalidad orgánica
Con el paso del tiempo las funciones de la sociedad-organismo son aún más definidas, incluso coherentes e integradas. Dentro de este sistema la comunicación es un componente básico de los dos aparatos de órganos, los cuales son el distribuidor y regulador. Teniendo así cierta semejanza con el sistema vascular, el primero, haciendo referencia a carreteras, canales y ferrocarriles la cual asegura la conducción de la sustancia nutritiva. El segundo equivaldría a la función del sistema nervioso, el cual posibilita la gestión de las relaciones complejas de un centro dominante con su periferia. Gracias al conjunto de los medios de comunicación y los informativos (prensa, solicitudes, encuestas), el centro puede propagar su influencia (correos, telégrafo, agencias de prensa). Las noticias se compara con descargas nerviosas las cuales comunican un movimiento de un habitante de una ciudad al de otra.
La historia como desarrollo
Ahora consideremos lo que continúa después de la analogía entre un organismo y la sociedad. Un entorno en cual nuestro enfoque se presta a combinar la biología y la física de la energía y las fuerzas. Una sociología positivista de Spencer que nos embarca en un viaje hacia el crecimiento de cualquier colectivo. Un desarrollo que cada grupo social es sujeto a seguir, no solo por su cuenta, si no por la alimentación forzada de grupos ya “civilizados”. En la misma baraja tenemos en conjunción el concepto de división del trabajo y las nociones acompañantes del desarrollo, crecimiento, perfeccionamiento, homogeneidad, diferenciación y heterogeneidad. Es el orden natural que todos lleguen a una unidad. Una forma de comunidad uniforme.
Continuando el crecimiento, el organismo colectivo que es la sociedad sujeta a esta ley fisiológica de desarrollo progresivo, se concibe una sucesión de tres estados o tres edades de las cuales todos necesitan cambiar como lo hacen los gases a líquidos y finalmente a sólidos: estado teológico o ficticio, metafísico o abstracto, y positivo o científico.
Al final aterrizando en la era de la realidad. Una era científica, nuestra única verdad. Esto se considera lo útil, la organización, la decadencia de las formas no científicas del conocimiento.
El darwinismo social nos menciona al final la clave que falta para entender cómo podemos llegar a una sincronización entre tantas ideologías y formas de vivir, la convergencia forzada. De forma general, en esta periodización se fijan a los pueblos llamados primitivos, no tan avanzados pueblos-niño, que requieren de tutela. Incapaces de sobrevivir sin que los que a la edad adulta estas gran naciones que se dicen civilizadas con el propósito final de una evolución exitosa.
Fernand Braudel toma los la historia en trozos en brazos y emana las primera formulaciones de teorías difusionistas- progreso que sólo puede llegar a la periferia irradiado por los valores del centro. La ley cero de de la termodinámica donde se apoya del choque de culturas en la era de los imperios (1875-1914) con la ayuda de etnólogos y geógrafos. Estas ideas serán retomadas una vez que el gran choque de culturas, la Segunda Guerra Mundial, cede su furia con pueblos destrozados por batallas de resistencia.
Friedrich Ratzel nos guia en 1897 con las bases de la geografía política o geopolítica, una ciencia del espacio y su control. La idea principal “El estado es un organismo anclado en el suelo” zumba por nuestras cabezas en la propulsión de estudio a las relaciones orgánicas que el Estado mantiene con el territorio. Redes y circuitos, intercambio, interacción, movilidad todas son expresiones de la energía vital; redes y circuitos “vitaliza” el territorio. Esta espacio se vuelve el espacio vital. Un pensamiento trivial que se retoma para asegurarnos que no hay más que el tamaño de tu terreno y alcance.
La gestión de las multitudes.
2.1 La estadística moral y el hombre medio.
La problemática a finales del s. XIX fue la sociedad de masa y de sus medios de difusión, lo que representaba una amenaza significativa para la propia sociedad. En 1835, Adolphe Quetelet funda la ciencia de la mensuración social, que pasará a ser la llamada física social que tiene su base en el hombre medio, el cual es equivalente al centro de la gravedad en el cuerpo a partir de de la cual se pueden evaluar las patologías, crisis y desequilibrios del orden social. Es como una forma de distinguir lo que está ocasionando que tal orden se fracture. Por ejemplo
Quetelet empieza a confeccionar cuadros de criminalidad, que utiliza para extraer el índice de inclinación al crimen según el sexo, y entre otros aspectos que toma en cuenta para poner en manifiesto las leyes de un orden moral, lo que se convierte en un paralelo al orden físico. Ewald en 1986 dice que el cálculo de probabilidades invita a un nuevo modo de gobierno de y para los hombres llamado la sociedad aseguradora.
Comienza la tecnología a introducirse en el ámbito de los seguros privados dirigidos a la mortalidad, entre otros riesgos que se presentan, como incendios o posibles catástrofes naturales en las que claramente el hombre está involucrado; riesgos que se transfieren al campo político y se convierten en herramientas de gestión de los individuos tomados en masa. Esto representa el trayecto del derecho civil al derecho social, en el que emerge el principio de Estado-providencia que socializa las responsabilidades y reconduce todos los problemas sociales a cuestiones de riesgo.
Pasado ya medio siglo, comienzan a surgir nuevas ciencias criminales de la mensuración humana, que utilizan jueces, policías y forenses para cumplir con su misión de vigilancia y normalización de las clases llamadas peligrosas, ese conjunto de personas y situaciones que ponen en riesgo a la sociedad y que en masa representan un desorden total. Por consiguiente, gracias a los antropólogos Galton, Bertillon y Lombroso concurren a la identificación del individuo y establecen perfiles.
2.2 La psicología de las multitudes
El italiano Sighele en compañia de el médico psicopatológico francés Gustave Le Bon formulan que a partir de la política de una opinión pública liberada de las coacciones impuestas a la libertad de prensa siendo el periódico el principal medio de comunicación masiva en el siglo XIX, es como aparece la psicología de las masas.
Sighele extrapola la psicología individual de la psicología colectiva, así mismo da a conocer que en la muchedumbre hay dirigentes y dirigidos, donde describe a el periodista como un dirigente y a los lectores como dirigidos dice que estos mismo existen solo por formas nuevas de sugestión.
Le Bon califica a las revueltas de las muchedumbres como una regresión en la evolución de las sociedades humanas. Más adelante Gabriel Tarde habla de una muchedumbre del pasado y ve en el porvenir al público que progresa con las sociedad que no es sin más que un agrupamiento abstracto pero real cuya sugestividad contagia sin contacto, por ello dice solo se puede pertenecer a una muchedumbre al mismo tiempo mas sin en cambio se puede formar parte de varios públicos a la vez.
Por último se encuentra Sigmund Freud quien habla sobre abandonar la singularidad y dejarse sugestionar creando una necesidad de aceptación, para pertenecer a una multitud.
2.3 Técnica y utopías
Las redes eléctricas y sus virtudes descentralizadoras como promesas de una nueva vida comunitaria, la reconciliación de la labor y el ocio, del trabajo manual y el trabajo intelectual, de la ciudad y el campo.
La edad neotecnica (complejo de electricidad y aleación), que siguió a la era paleotécnica una victoria aparente para el libre comercio, la libre empresa, el invento libre y el libre acceso a todos los mercados mundiales por parte del país que se jactaba a ser el taller del mundo (Inglaterra).
Morris postula que sólo el cambio previo de la base material abrirá la era del transporte de cultura. Para acceder a la sociedad utópica.
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